Cabral, Barahona .- La reciente actuación de la Policía Nacional en el balneario de La Furnia ha desatado una ola de indignación entre los residentes de Cabral y los visitantes, luego de que el pasado fin de semana se lanzaran bombas lacrimógenas en un lugar donde familias, incluidos niños, disfrutaban de un día de esparcimiento. Este acto ha sido percibido como una violación flagrante de los derechos de los ciudadanos, quienes cuestionan el uso excesivo de la fuerza en un entorno de recreo.
Los presentes han expresado su profundo rechazo a la manera en que la situación fue manejada, resaltando que existían otras formas de controlar cualquier posible desorden sin poner en riesgo la salud y seguridad de los menores y adultos que se encontraban en el lugar. "El balneario debería ser un refugio de paz, no un campo de batalla", afirmó Hamlet Cavallo, destacando la preocupación generalizada por la falta de proporcionalidad en la respuesta policial.
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