PLD camina una empinada y se enfrenta a batallas por reponerse de los golpes recibidos en su peor momento


SANTO DOMINGO.- La fuga de dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), despojándolo incluso de importantes posiciones congresuales y municipales que adquirió en las más recientes elecciones, convierte en un camino empinado y pedregoso el tránsito que deberá recorrer esa organización política para reponerse de todas las adversidades que le han devenido luego de las derrotas electorales sufridas y de la división que marcó la salida de esa entidad del expresidente Leonel Fernández.


Tras ser expulsado del poder, el PLD ahora se enfrenta a varias batallas políticas que debe librar en diferentes escenarios, desde la necesidad de compactarse internamente, salir airoso de su congreso ordinario, recuperar la confianza perdida del electorado, lidiar con los eventuales casos judiciales que les esperan a exfuncionarios, así como evitar que continúe la disgregación o desarticulación de ese partido.



La cadena de eventos negativos en el PLD comenzó con el enfrentamiento irreconciliable de sus dos grandes liderazgos, que no solo empeoró el desgaste del partido en el poder, sino que terminó dividiéndolo, arrastrando esto tres derrotas electorales casi de forma inmediata, que fueron las municipales el 15 de marzo, y las legislativas y presidenciales el 5 de julio.


De ahí lo que ha seguido sucediendo se conoce como la peor situación interna y externa por la que ha atravesado el partido morado desde su fundación por el extinto expresidente Juan Bosch el 15 de diciembre de 1973.


La más reciente salida de las filas del PLD, la del senador de la provincia San Pedro de Macorís, el doctor Franklin Peña, asesta otro duro golpe a los esfuerzos de reunificación interna y de fortalecimiento estructural que ha estado intentando el partido morado.


Con el agravante para los peledeistas de que todavía no parece estar a la vista el “torniquete” que comprima la puerta de salida y evite que se mantenga la huida de otros dirigentes.



Estas renuncias que afectan la organización política que gobernó 16 años corridos hasta el pasado 16 de agosto vienen, además, a importunar la celebración del IX Congreso Ordinario José Joaquín Bidó Medina que realiza el PLD para escoger y reestructurar a sus autoridades internas.


La carga en el camino de su recomposición se le hará más pesada al PLD cuando tenga que salir en defensa de exfuncionarios sobre los que se vislumbra expedientes de presuntos actos de corrupción cometidos en la pasada administración, incluyendo a quien fuera su candidato presidencial, el exministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo.


Aunque todavía resulta temprano para el trayecto que le espera, en el Partido de la Liberación Dominicana no se sienten ese entusiasmo ni la motivación que caracterizaron por muchos años que más ha gobernado el país de manera sucesiva.


Las dos figuras más relevantes en abandonar el cobijo del PLD fueron el alcalde del municipio Santo Domingo Norte, Carlos Guzmán, y el senador por San Pedro de Macorís, Franklin Peña, quien alega que en el partido fundado por el profesor Juan Bosch cada quien lleva la disciplina interna según como le parezca, y no como debe de ser.




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