Felicito en su natalicio a un gran hombre llamado Juan Bosch

Por Ángel González Feliz

Cada 30 de junio, con profunda admiración y respeto, recordamos el natalicio de uno de los hombres más íntegros, sabios y visionarios que ha dado la República Dominicana: el profesor Juan Bosch.

Más allá de sus hazañas políticas, Juan Bosch fue un pensador incansable, un intelectual comprometido con los valores democráticos y un escritor de alma y verbo. Su pluma defendió a los humildes y su voz siempre se alzó contra la injusticia, la corrupción y el atraso.

Bosch no solo fundó partidos, sino que también forjó conciencia. No solo aspiró al poder, sino que lo usó —brevemente pero con dignidad— para dar ejemplo de decencia en la gestión pública. En su corta pero trascendental presidencia, sembró la semilla de una nueva forma de gobernar: con honestidad, justicia social y transparencia.

Hoy más que nunca, el país, mi partido, necesita líderes que piensen como él, que actúen como él, que sientan como él. Que no se arrodillen ante los intereses de unos pocos, sino que caminen de frente con el pueblo y por el pueblo.

Juan Bosch nos dejó el legado de la coherencia, la ética y el servicio.

Desde mi rol como Peledeista y como joven comprometido con mi comunidad, no puedo dejar pasar este día sin rendirle honor a quien tanto hizo por nuestro despertar político y social.

Invito a todos, especialmente a las nuevas generaciones, a leer su obra, a estudiar su vida y a inspirarse en su ejemplo.

Felicito en su natalicio a un gran hombre llamado Juan Bosch, y me comprometo a seguir levantando su bandera de dignidad, justicia y esperanza.