El arrepentimiento es un cambio profundo del corazón y de la mente, por el cual una persona reconoce su pecado, siente tristeza por haber ofendido a Dios y decide apartarse del mal para obedecerle
Niwton Lebrón S.
Hoy estaremos reflexionando sobre el tema «El arrepentimiento» desde el punto de vista teológico y bíblico. Lo primero es que tenemos que preguntarnos: ¿Qué es el arrepentimiento?
El arrepentimiento es un cambio profundo del corazón y de la mente, por el cual una persona reconoce su pecado, siente tristeza por haber ofendido a Dios y decide apartarse del mal para obedecerle.
En la Biblia, el arrepentimiento no es solo sentir remordimiento, sino dar un giro completo —de 180 grados— dejando el pecado y volviéndose a Dios.
La palabra griega que se usa es la palabra «metanoia» que significa cambió de mente o transformación interior, es decir cambio de dirección.
En la biblia es reconocer tu pecado sentir dolor sincero por haber desobedecido a Dios, es abandonar el pecado y buscar la obediencia de hacer la voluntad de Dios.
La biblia nos dice en el libro de los hechos 3 :19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados.” Entonces de la única manera que podemos alcanzar misericordia es cuando reconocemos nuestro pecado.
La diferencia entre arrepentimiento verdadero y remordimiento es muy importante en la Biblia: 1. Remordimiento. Es solo tristeza o culpa por lo que se hizo mal.
La persona siente malestar, pero no cambia su comportamiento. Puede lamentar las consecuencias del pecado, pero no el pecado mismo. Ejemplo: Judas sintió remordimiento por haber traicionado a Jesús (Mateo 27:3-5), pero no buscó perdón ni cambio de vida.
Arrepentimiento verdadero es igual a dolor genuino por haber ofendido a Dios. Lleva a confesar el pecado y cambiar de camino. Produce transformación y obediencia.
Por ejemplo, Pedro negó a Jesús, pero lloró amargamente y fue restaurado (Lucas 22:61-62). 2 Corintios 7:10 lo resume así: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación; pero la tristeza del mundo produce muerte.”
Te invito a que nos acerquemos a Dios con un corazón arrepentido de esa forma tener un encuentro personal con Dios.
Autor es pastor y periodista

